Thursday, May 29, 2014

Bañandose en la Luz del Hijo

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"Fiel es el Señor a su palabra y bondadoso en todas sus obras. El Señor levanta a los caídos y sostiene a los agobiados. Los ojos de todos se posan en ti, y a su tiempo les da su alimento. Abres la mano y sacias con tus favores a todo ser viviente. El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva. El Señor cuida a todos los que lo aman..." —Salmo 145:13b-20a NVI

Este es el "Club Med" de los pasajes. Escucha las palabras, y relájate en el club de Sus promesas:

"Fiel es el Señor a su palabra y bondadoso en todas sus obras"

Estoy sacando la silla de extensión.

"El Señor levanta a los caídos y sostiene a los agobiados"

Me estoy poniendo mis shorts, mi camiseta, y las sandalias.

"Abres la mano y sacias con tus favores a todo ser viviente"

Estoy sacando el té frío, mis lentes de sol, y la Biblia.

"El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras"

Estoy sentada, no, recostada, sintiendo el calor de Su presencia.

"El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad"

No estoy hablando, sólo dejando que Él me hable.

"Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva"

Estoy sintiendo Su amor cubrirme mientras pasa la brisa.

"El Señor cuida a todos los que le aman"

Estoy descansando en Él.

Thursday, May 1, 2014

Bajo Sus Alas

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"Anhelo...refugiarme debajo de tus alas...A la sombra de tus alas cantar´" Salmo 61:4b; 63:7 NVI

Había un granjero que una tarde estaba ausente de su granja cuando se inició un fuego en la pradera que se extendió rápidamente hacia su propiedad. Una gallina en el corral se dio cuenta del peligro y de inmediato llamó a sus pollitos, reuniendo a todos y cada uno debajo de sus alas hasta que pasó el holocausto.

Justo antes de Su muerte, Jesús expresó su preocupación por Su pueblo de esta manera: "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!" (Mateo 23:37 NVI). Este es el cuandro más "maternal" que tenemos de Dios y tal vez es esto lo que más nos atrae hacia él.

Al volver el granjero descubrió que el fuego había pasado sobre la gallina y la había matado. Sin embargo, debajo de su cuerpo todo los pequeños pollitos estaban a salvo. Ella se hizo a sí misma vulnerable y sacrificó su propia vida para salvar a los suyos. Dios se hizo vulnerable en Cristo para así poder salvarnos.

Podemos refugiarnos bajo esas divinas alas. Con la seguridad de que Él siempre nos protegerá, podemos cantar desde su sombra no importa lo que venga a amenazarnos.

William Cushing (1896) lo expresó de esta manera:

Bajo Sus alas estoy segura por siempre,
aunque la noche se profundice y las tempestades sean salvajes,
aún confiaré, sé que Él me cuidará, Él me ha redimido y yo soy Su hijo.

Bajo Sus alas, bajo Sus alas,
quién de Su amor puede apartarse.
Bajo Sus alas, bajo Sus alas,
mi alma estará segura, a salvo segura por siempre.