Thursday, September 25, 2014

El Arbol Que Soy Yo

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"Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas no se marchitarán, y siempre tendrán frutos. Cada mes darán frutos nuevos, porque el agua que los riega sale del templo. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas serán medicinales" —Ezequiel 47:12 NVI

Dios le garantizó a Ezequiel la versíon urbana del escenario rural que encontramos en Salmo 1. La famosa canción de David describiendo el árbol plantado junto al río salió de su experiencia como pastor cuidando sus ovejas. Ezequiel es un sacerdote, un residente de ciudad, acostumbrado a edificios, a empujones y bullicio, al contrario del medioambiente más tranquilo de David.

Así que, cuando Dios le envía esta visión a Ezequil, el contexto está aplicado a la ciudad. Al profeta-sacerdote se le ha dado un recorrido guiado por el glorioso Templo de Dios Del templo fluye un río; un río de milagrosas cualidades, un río que pronostica la llegada de Cristo como agua de vida, la misma agua ofrecida una vez a una mujer pecadora en Juan 4.

Esta agua viva convierte lo salado en dulce (versículo 8). Donde Cristo toca una vida, está perdonado el pecado.

Donde fluye libremente, hay vida abundante (versículo 9). Donde Cristo toca una vida, esa vida va de vacía a llena, y prospera.

Aquel que saque aguas de ese río no solamente será bendecido, sino que será una bendición para todos aquellos con los que tenga contacto (versículo 12). Donde Cristo toca una vida, esa vida no sólo produce crecimiento y fruto para la personas que lo vive, sino que provee bendición para otros.

Sin la corriente que fluye del santuario, esos árboles junto a los bancos se marchitarán y morirán, incapaces de producir frutos por sí mismos o para más nadie. El árbol que represente mi vida, debe absorber continua y profundamente de la corriente que es Cristo; Sus palabras, Su obra, Su presencia, si yo quiera disfrutar de abundante vida y ser de alguna utilidad para alguien más.

La experiencia es personal y sin embrago no lo es. Debo mantenerme conectado a ese río para my propio beneficio. Pero tampoco se trata todo de mí. Lo que yo gano de lo que recibo de Cristo, debe ser transmitido a otros,


Thursday, September 18, 2014

¡No Te Metas Conmigo!

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[Diciéndole a Tiro] "...Te convertiré en objeto de espanto, y ya no volverás a existir. Te buscarán, pero jamás podrán encontrarte. Lo afirma el SEÑOR omnipotente" —Ezequiel 26:21 NVI

Tengo una amiga que es gemela idéntica. Ella y su hermana no se llevan muy bien, parece haber una continua competencia entre ellas que nunca se detiene, no importa con quién estén, o cuáles sean las circunstancias. Con frecuencia parece como ni siquiera simpatizaran mucho la una con la otra. Sin embargo, curiosamente, si alguien hiere u ofende a una de ellas, la otra defenderá a su hermana hasta la muerte. ¡Ay de aquel que se meta con alguna de las hermanas!

Cuando leí este pasaje, me asombré de los paralelos entre estas hermanas y la relación que tenía Dios con Su pueblo.

Se le ordenó a Ezequiel pronunciar un juicio a las naciones que había abusado de Israel y del pueblo de Dios. No hay duda de que Dios envió frecuentamente pueblos vecinos a atacar a Israel como parte de Su juicio sobre ellos por su pecado. Pero Dios no permitió que esas naciones sacaran ventaja de la situación para lograr su propia venganza, o que otros tomaran ventaja de Israel en su momento de mayor debilidad.

Parece que Tiro (hoy llamada Libano) fue una de las que fue más allá de lo que Dios había ordenado. La mano de Dios cayó pesadamente sobre ella por esos abusos. Aunque Dios e Israel "no se estuvieran llevado bien", cualquiera que abusara de Israel debía esperar que Dios se levantara en su defensa.

Estas son noticias esperanzadoras para los creyentes de hoy. Aún cuando nosotros, la iglesia, no estemos en nuestro mejor momento y frecuentamente se pongan raras las con Dios, Él no permitirá que nadie tome ventaje de nosotros más allá de lo que Él ha planeado para nosotros aunque estemos bajo Su juicio. Sus juicios perfectos están envueltos en Su protección perfecta y entregados con Su amor perfecto, no debemos tener miedo, cualquiera que sea la amenaza de los enemigos de la iglesia.


Thursday, September 11, 2014

Productividad

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"Tal vez te escuchen, tal vez no, pues son un pueblo rebelde; pero al menos sabrán que entre ellos hay un profeta...Pero cuando yo te hable, te soltaré la lengua y les advertirás: 'Así dice el Señor omnipotente,' El que quiera oir, que oiga; y el que no quiera, que no oiga, porque son un pueblo rebelde" —Ezequiel 2:5; 3:27 NVI.

Yo estaba leyendo un libro sobre el crecimiento de la iglesia al mismo tiemp que comencé a trabajar en este pasaje de Ezequiel. Quedé sorprendida de los contrastes.

En el libro sobre el crecimiento de la iglesia, la productividad es el punto fundamental. Los líderes reciben recompensas; un aumento de sueldo, un beneficio extra, algún tipo de reconocimiento público, basado en lo que hayan producido en su ministerio.

Ezequiel probablemente hubiera sido despedido si hubiera formado parte del movimiento del crecimientp de la iglesia de hoy. Él era fiel, pero no "productivo" (a meno que se cuente su obediencia al Señor). Y Dios le dijo que él no iba a ser productivo. El Señor le advirtió, que al llevar las buenas noticias, y las malas, a una nación en cautiverio, la mayoría no escucharía.

Desde la perspectiva de Dios, la productividad no es necesarriamente el punto fundamental, pero la fidelidad sí.

Ezequiel no debía ir a buscar un grupo de personas que escucharían. No debía cambiar su mensaje para hacerlo más aceptable a sus oídos. Su propósito era simple: decir las palabras que Dios le había dicho que dijera y entregar el mensaje que Dios le había dado.

¿No es eso de lo que se trata la vida cristiana? Hablamos las palabras de Dios como Él las ha dado, y nosotros vivimos esas palabras de modo que un mundo roto lo pueda ver. No nos corresponde producir el cambio, y aún cuando hayamos cumplido fielmente todo lo que Él ha ordenado, no hay garantía de que ocurran cambios en otros. La productividad en la vida cristiana es lo que ocurre en cada uno de nosotros cuando nos rendimos al Espíritu de Dios. Esa es la productividad que Dios recompensará: y que no podemos producir en nadie más.

Thursday, September 4, 2014

Terminar Bien

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"Aunque no quitó de Israel los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al Señor...Por cuanto pusiste tu confianza en el rey de Siria en vez de confiar en el Señor tu Dios, el ejército sirio se te ha escapado de las manos...pues acuaste como un necio" —2 Crónicas 15:17; 16:7, 9b NVI.

Nuestras vidas están llenas de pequeñas inconsistencias, Nos ejercitamos fielmente por semanas, entonces saltamos una sesión, luego dos, después tres, hasta que realmente no estamos haciendo nada. La dieta comienza bien, tan sólo para terminar haciendo esfuerzos para continuar al pasar el tiempo. Comenzamos nuestro camino devocional con Dios con gran entusiasmo, y poco a poco otras cosas nos ocupan y nuestro tiempo con Dios se vuelve esporádico y apurado.

Ninguno de nosotros es único, tarde or temprano todos tenemos esa clase de lapsos. Asá no fue la excepción.

Los trienta y seis años de Asá como rey de Judá marcaron el comienzo de una espiral espiritual cuesta abajo, la cual terminó con su muerte a los cuarenta y un anõs como rey. ¿Por qué decidió repentinamente Asá depender de acuerdos realizados con las naciones a su alrededor cuando ya había aprendido de manera espectacular que confiar en Dios era suficiente?

Para empeorar las cosas, cuando Asá fue recriminado por el mensajero de Dios, Jananí, Asá lo metió en prisión y descargó su ira oprimiendo a su pueblo. Al parecer, aquí ocurrió un cambio total de personalidad. Aún cuando Dios afligió a Asá con enfermedades "él no buscó la ayuda del Señor, sólo la de sus médicos".

Asá comenzó bien, y terminó mal, una condición que debemos tratar de evitar.  Las promesas que brotan a través de la historia de Asá nos recuerdan, que Dios está presente para ayudarnos a terminar bien. "...manténganse firmes y no bajen la guardia, porque sus obras serán recompensadas...EL SEÑOR recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles" (2 Crónicas 15:7; 16:9a).