Thursday, March 28, 2013

Día de Elecciones

"El pueblo, sin embargo, no le hizo caso a Samuel, sino que protestó: ¡De ninguna manera! Queremos un rey que nos gobierne. Así seremos como las otras naciones, con un rey que nos gobierne y que marche al fernte de nosotros cuando vayamos a la guerra" —1 Samuel 8:19, 20.

Google Images
Vamos de una elección a la otra, de una ola de retórica a la otra. Prepararnos para las elecciones, y organizarnos después de las elecciones, toma mucho tiempo y esfuerzo.

Israel no estaba llamando a elecciones. Ellos querían que Dios les diera un rey. Querían que Dios, su Padre, dejara de tener un impacto directo en us vidas. En esencia, decían: "Lo siento pa', aún queremos que tengas derechos de visita, pero queremos a alguien más que viva en la casa con nosotros".

Israel también quería ser igual a todos los demás, aún cuando Dios les había ordenado ser diferentes a todo el resto del mundo. Decían: "Nos gusta más el papá de Pedro, así que, cuando nos des un nuevo papá, que sea como el de Pedro".

En insulto final fue acusar a Dios de no haber cumplido con lo que había prometido. Por causa de ese "incumplimento de contrato", necesitaban un nuevo líder. Qué rápido olividó Israel quién habia sido el responsable de la derrota de sus enemigos durante tantos años.

Muchas personas manifiestan que creen en Dios, inclusive que lo aman y lo siguen. Sin embargo, lo mantienen tan lejos como pueden de su vida cotidiana, prefiriendo recibir órdenes de alguien más. "Queremos ser como todos los demás, vernos come ellos, hablar como ellos, actuar como ellos, pensar como ellos. Así que envíanos un líder espiritual encantador como ellos". ¿El problema? Un líder "como ellos" ultimadamente trabaja contra nuestras mejores intereses y contra la voluntad de Dios. Eso nos lleva a fracasar en todas las áreas de la vida; justamente lo que nosotros, al igual que Israel, con tanto esfuerzo tratamos de evitar.

Thursday, March 21, 2013

La Disciplina Siempre Tiene Un Corazón

Google Images
"...Y el Señor no pudo soportar más el sufrimiento de Israel" — Jueces 10:16

Es fácil olvidar que el Dios del Viejo Testamento es el mismo Dios del Nuevo Testament: El que muestra amor y compasión hacia los pecadores.

La vida espiritual de Israel registrada en el Libro de Jueces, sube y cae como una montaña rusa. Israel camina con Dios, y se eleva hasta las alturas. Israel peca y cae hacia las profundidades. Dios actúa por amor al mandar un castigo apropriado. Israel llega al fondo y ... !Espera un minuto! "¿Dios actúa por amor al mandar un castigo apropriado?" Contradictorio, ¿cierto? Piensa en ello por un momento. Si Dios hubiese estado tan furioso y enfadado como nos hacen creer, Él no se hubiese molestado en mandar un castigo apropriado. Él habría borrado esos pecadores de la faz de la tierra. Aún en medio del más fatídico de los días de Noé, Dios rescató un remanente. Por Su amor y compasión, como todo buen padre, Él disciplina sus hijos para devolerlos al buen camino.

Él nos ama y quiere que lo amemos voluntariamente. Controlarnos a golpes para someternos no es Su forma de actuar, o el objetivo de Sus acciones.

Una que otra vez nos cruzamos con un testimonio como este: "...Y el Señor no pudo soportar más el sufrimiento de Israel". ¿Furioso y enfadado? Sí, cuando tiene que estarlo. Pero fíjate en esta frase. Dios llega a un punto en el que no puede soportar el sufrimiento de Su pueblo. Él ha estado caminando a su lado, cargando su sufrimiento, su dolor. Pero ya es realmente demasiado y Él actúa para poner fin a todo ello. En este caso, Él envía a Jefté (Jueces 11:1) a rescatar a Israel de las manos de los amonitas. Ningún buen padre disfruta el sufrimiento de sus hijos. Tampoco Dios.

Thursday, March 14, 2013

Ninguna Piedra Sin Voltear

Google Images
"Así como el Señor había ordenado a su siervo Moisés, también Moisés se lo ordenó a Josué. Y este, por su parte, cumplió al pie de la letra todo lo que el Señor le había ordenado a Moisés" Josué 11:15 NVI

Muchas veces en las Escrituras encontramos que Josué hizo todo lo que Dios le pedía: "Así Josué conquistó toda aquella región...según el mandado del Señor, Dios de Israel" (10:40) ... "Josué cumplió con todo lo que el Señor le había ordenado" (11:9) ... "Josué conquistó todas las ciudades...Así obedeció Josué con todo lo que Moisés, siervo del Señor, le había mandado" (11:12) ... "Así logró Josué conquistar toda aquella tierra, conforme a la orden que el Señor le había dado a Moisés..." (11:23).

Esta conquista costó la vida de incontables personas. Técnicamente ellos no eran enemigos de Israel, ellos simplemente ocupaban la tierra que Dios le había dado a Israel. Sin embargo, ellos eran enemigos de Dios (11:20). Israel se convirtió en instrumento del juicio de Dios sobre personas que lo rechazaban.

¿Podemos imaginar que Josué, o Israel, disfrutó lo que se convirtió en una matanza a gran escala? Es poco probable. Ellos simplemente hicieron lo que Dios pidió. Ese es un punto importante. Josué e Israel hicieron exactamente lo que Dios les dijo que hicieran, nada más, nada menos. Cualquier otra cosa hubiese vuelto contra ellos ese mismo juicio.

Con frecuencia no obedecemos a Dios totalmente. En otras oportunidades, vamos más allá de lo que nos pidió. Ambos extremos están mal. Rebotamos de la "inexactitud" al legalísmo, cuando lo que Dios pide es que sigamos Sus instrucciones. 1 Juan 5:3 dice: "En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y éstos no son difíciles de cumplir...". ¿Por qué no son difíciles de cumplir? Porque no tenemos que usar maneras para suavizarlos y acomodarlos a nuestra conveniencia, o "mejorarlos" para inflar nuestra propia rectitud. Simplemente debemos hacer lo que Josué hizo: "no dejó nada sin hacer de todo lo que el Señor ordenó".


Thursday, March 7, 2013

Sentido de la Edad de Piedra

Google Images
"Si alguien se endeuda contigo, no tomes como prenda su molino de mano ni su piedra de moler, porque sería lo mismo que arrebatarle su propia subsistencia" —Deuteronomio 24:6 NVI

En los tiempos bíblicos, las piedras de molino eran esenciales para la supervivencia. Sin esas piedras planas, un dueño de casa no podía moler su grano para hacer harina. Sin harina, él y su familia no podían comer. Quitarle las piedras de molino a un hombre equivalía a condenarlo a morir de hambre. Las piedras de molino venían en pares, el grano era colocado de medio, y la piedra superior rotaba para triturar el trigo. Si un hombre debía dinero, sería ilógico quitarle sus piedras de molino en pago, porque sin ellas él no podría pagar la deuda.

Maquinarias más "eficientes" se han apoderado de nuestra sociedad. Ya no necesitamos operadores telefónicos, cajeros de banco, o policías de tráfico. Tenemos discado directo, teléfonos celulares, cajeros automáticos y semáforos. No necesitamos vendedores, y pronto no necesitaremos tiendas; podemos comprar por Internet. Ya no necesitamos tantos mecánicos debido a los automóviles casi totalmente computarizados. Hemos retirado las piedras de molino de muchas personas que ahora se sienten "redundantes". Algunos encuentran otras maneras de sobrevivir, otros terminan en una lista de benediciencia, cobrando seguro de desempleo, o haciendo lo que tengan que hacer para poner fin a esa situación.

Felizmente, los panaderos de Venezuela no han sido reemplazados totalmente por maquinas. ¿El resultado? La canilla y el pan campesino más maravillosos, en vez de esa versión sin sabor de pan "industrializado" procesado que se encuentra en los estantes de los almacenes.

¿Y en las esferas espirituales? En vez de enseñar a los creyentes a estudiar las Escrituras usando las Escrituras, les suministramos pensamientos y conclusiones de otros (como las mías), retirando efectivamente la "piedra" superior que los obliga a moler su propio grano espiritual. Los hacemos los desempleados espirituales, contentos de recoger sus cheques de asistencia social, en vez de ganar su propio pan espiritual con su propio esfuerzo. El resultado: Pobreza de alma.